José M. Hernández
- Especialista de misión, transbordador espacial Discover (STS-128)
El ingeniero de la NASA José Hernández quería volar al espacio desde que se enteró de que el primer hispanoamericano había sido elegido para viajar al espacio. "Estaba arando una hilera de remolachas azucareras en un campo cerca de Stockton, California, y oí en mi radio de transistores que Franklin Chang-Díaz había sido seleccionado para el Cuerpo de Astronautas", cuenta Hernández, que por entonces cursaba el último año de bachillerato. "Ya me interesaban la ciencia y la ingeniería", recuerda Hernández, "pero ese fue el momento en que dije: 'Quiero volar al espacio'. Y eso es algo por lo que me he esforzado cada día desde entonces". Y ahora ese duro trabajo ha dado sus frutos. Fue seleccionado para comenzar el entrenamiento como especialista de misión como parte de la clase de candidatos a astronautas de 2004.
Hernández -que no aprendió inglés hasta los 12 años-, uno de los cuatro hijos de una familia de agricultores emigrantes de México, pasó gran parte de su infancia en lo que él llama "el circuito de California", viajando con su familia desde México hasta el sur de California cada mes de marzo, y luego trabajando hacia el norte hasta la zona de Stockton en noviembre, recogiendo fresas y pepinos en las granjas de la ruta. Después regresaban a México por Navidad y volvían a empezar el ciclo en primavera.
"Algunos niños podrían pensar que sería divertido viajar así", se ríe Hernández, "pero teníamos que trabajar. No eran vacaciones".
Tras graduarse en el instituto de Stockton, Hernández se matriculó en la Universidad del Pacífico de Stockton, donde se licenció en ingeniería eléctrica y obtuvo una beca completa para el programa de posgrado de la Universidad de California en Santa Bárbara, donde continuó sus estudios de ingeniería. En 1987, aceptó un trabajo a tiempo completo en el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore, donde había trabajado como cooperante en la universidad.
Durante su estancia en Lawrence Livermore, Hernández trabajó en aplicaciones de procesamiento de señales e imágenes en imágenes de radar, tomografía computarizada e imágenes acústicas. Más adelante en su carrera, Hernández trabajó en el desarrollo de técnicas cuantitativas de análisis de imágenes de películas de rayos X para el programa de láser de rayos X. Hernández aplicó estas técnicas en el campo de la física médica y codesarrolló el primer sistema de imagen mamográfica digital de campo completo. Este sistema ha demostrado su utilidad para detectar el cáncer de mama en una fase más temprana que las técnicas actuales de mamografía con película/pantalla. Hernández ha obtenido premios de reconocimiento por su trabajo en este proyecto. También ha trabajado en el ámbito internacional, donde representó a Lawrence Livermore y al Departamento de Energía de Estados Unidos en asuntos relacionados con la no proliferación nuclear rusa.
Durante el proceso de solicitud de astronauta, Hernández tuvo que reunirse con un comité de revisión. Allí se encontró cara a cara con su inspiración original: Franklin Chang-Díaz.
"Era un lugar extraño para mí, ser evaluada por la persona que me dio la motivación para llegar allí en primer lugar", dice Hernández. "Pero descubrí que teníamos experiencias comunes: una educación similar, los mismos problemas con el idioma. Eso aumentó mi confianza. Cualquier barrera que existiera, él ya la había superado".
Hernández sonríe. "¡Ahora me toca a mí!"